Las alergias pueden afectar su calidad de vida. Pueden producir infecciones en los senos, perturbar el sueño y afectar a la capacidad de aprendizaje o la productividad laboral.
Los síntomas habituales son:
- Picor en la nariz, techo de la boca, garganta, ojos.
- Estornudos.
- Congestión y/o secreción nasal.
- Ojos llorosos.
- Círculos oscuros alrededor de los ojos.
- Limitar las actividades al aire libre los días con niveles elevados de polen.
- Mantener las ventanas cerradas en casa para evitar que no entre el polen.
- Darse una ducha al de entrar en casa. Al hacerlo, evitamos que el polen que se hubiera aderido al cabello nos moleste de noche.

El alergista/inmunólogo puede, mediante pruebas , diagnosticar las alergias y los desencadenantes que las causan. Se ha comprobado que las vacunas contra la alergia ofrecen alivio prolongado a la rinitis alérgica.
Los tratamientos farmacológicos están encaminados a neutralizar los síntomas, y para ello podemos utilizar:
- Suero fisiológico.
- Corticoides intranasales.
- Descongestivos tópicos o sistémicos, para aliviar la congestión nasal. Hay que tener en cuenta que los descongestivos tópicos usados más de 4 o 5 días pueden producir efecto rebote, mientras que con los sistémicos esto no ocurre .
- Cromoglicato, que actúa impidiendo la liberación de histamina y por lo tanto, no aparecen los síntomas típicos de la rinitis.
Puede ser de gran ayuda comentarlo con tu médico o farmacéutico, de ellos que recibirás amplia información, ayuda y consejos muy útiles.